13 de diciembre, 2016 19:23
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Julián Díaz Bardelli nos cuenta aquí uno sus primeros casos, como abogado particular, donde enfrentó la negativa de reconocer el derecho a pensión de parejas convivientes del mismo sexo. Al tratarse de un caso sin precedentes en la jurisprudencia local, resultó de importancia la opinión de los tribunales internacionales y su recepción por parte de alguno de esos jueces valientes que intentan poner diques a las corrientes conservadores y encauzarlas en la realización del ideal igualitario. Este tipo casos, donde es indispensable la comunión de abogados comprometidos y jueces proactivos nos recuerda la sentencia del poeta de Jaén según la cual: “que ser valiente salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena”. Leer más
Julián Díaz Bardelli nos cuenta aquí uno sus primeros casos, como abogado particular, donde enfrentó la negativa de reconocer el derecho a pensión de parejas convivientes del mismo sexo. Al tratarse de un caso sin precedentes en la jurisprudencia local, resultó de importancia la opinión de los tribunales internacionales y su recepción por parte de alguno de esos jueces valientes que intentan poner diques a las corrientes conservadores y encauzarlas en la realización del ideal igualitario. Este tipo casos, donde es indispensable la comunión de abogados comprometidos y jueces proactivos nos recuerda la sentencia del poeta de Jaén según la cual: “que ser valiente salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena”.