02 de agosto, 2017 13:05
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El 1 de agosto es el día de la Pachamama y, durante todo el mes, se extienden las celebraciones para rendirle homenaje. Tomar conciencia de la sacralidad de la tierra donde habitamos es algo que ya no podemos seguir esperando para hacer. Nuestro planeta es nuestro hogar y está siendo contaminado, profanado y destruido. Ya no nos queda tiempo para estar de brazos cruzados, indiferentes a la depredación y al avance tecnológico por encima de las leyes naturales. No es cierto que la Tierra nos dé todo sin esperar nada a cambio. Ella espera que la cuidemos y retribuyamos su generosidad. Si no lo hacemos, pronto no tendremos dónde vivir ni cómo alimentarnos. Leer más
El 1 de agosto es el día de la Pachamama y, durante todo el mes, se extienden las celebraciones para rendirle homenaje. Tomar conciencia de la sacralidad de la tierra donde habitamos es algo que ya no podemos seguir esperando para hacer. Nuestro planeta es nuestro hogar y está siendo contaminado, profanado y destruido. Ya no nos queda tiempo para estar de brazos cruzados, indiferentes a la depredación y al avance tecnológico por encima de las leyes naturales. No es cierto que la Tierra nos dé todo sin esperar nada a cambio. Ella espera que la cuidemos y retribuyamos su generosidad. Si no lo hacemos, pronto no tendremos dónde vivir ni cómo alimentarnos.
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