June 03, 2023 15:04
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RECUPERAR LA PALABRA Cuando se debilita la palabra, cuando las conductas no se ajustan a lo dicho, y lo dicho no refleja el pensamiento, tornan tiempos difíciles para los pueblos. Y si eso es malo en el plano personal -como cuando viene una que se apropia de las ideas de otros solo porque tiene Pazos en medios poderosos- tantísimo peor, es cuando el desfasaje entre dicho, hecho, y pensamiento, transciende al plano de lo público, que es la política, es decir, lo de todos. Cristina Kirchner, la persona más amada por las mayorías populares, y la mas odiada por el poder real de la Argentina, propuso 4 ejes: renegociar la deuda con el FMI; Alianza entre lo público y lo privado; Reconstruir el pacto de Convivencia Democrática; Limpiar la corrupción del Poder Judicial y reformular el sistema de justicia. Asistimos al maravilloso diálogo entre ella y el pueblo en la plaza colmada por quienes fuimos a escucharla porque ella “dice”, porque ella lo que dice “hace”, y en definitiva, ella “es”. Con grandes aciertos, y con sus errores, estuvimos ante una persona que habla de frente y soporta por ello la brutal embestida de una derecha despiadada que se reivindica como tal, y que, como no dudó en épocas dictatoriales, y no dudó cuando alentó a los desgraciados que quisieron asesinarla, tampoco dudará a la hora de apretar el gatillo sobre cualquier hijo, hija, o hije del pueblo que ose confrontarlos. Que los recursos estratégicos hoy se denominen litio y agua, como antes fueron petróleo o trigo, es indistinto. La verdad es que quieren lo que vale para ellos, y que lo quieren todo. La Corte y los medios masivos de comunicación se han erigido en brazos ejecutores del poder de facto gobernante. La Democracia está jaqueada a 40 años del fin de la sangrienta dictadura, y los poderes de antaño, renovados, hoy bailan la danza macabra de la revancha. Que Cristina haya declarado su pertenencia al pueblo, para dejar ratificada la posición que signó su vida y la de Néstor, que ellos imprimieron a la década más feliz desde la recuperación de la Democracia, muestra lo delicado del momento: es hora de que las mayorías decidan tomar el bastón de mariscal y hacerse protagonistas de la historia, o por el contrario, que acepten someterse a vivir cien años de dolor y humillación. La condena contra Cristina, su proscripción, y la persecución contra ella y su flia, es por la promesa que se gestaba en esa década. Hoy corresponde “romperse lo que hay que romperse”, a las organizaciones políticas y sociales del campo popular, la dirigencia, los referentes populares, y a la militancia, para defender a Cristina, defender el legado de Néstor, y construir y organizar la fuerza popular para que las palabras que recuperaron Néstor y Cristina: MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA, Autoestima, Patria, Coraje, Futuro, no sean echadas de nuestra tierra. Cristina señala el camino. Solo el pueblo, Salvará al Pueblo. Read more
RECUPERAR LA PALABRA Cuando se debilita la palabra, cuando las conductas no se ajustan a lo dicho, y lo dicho no refleja el pensamiento, tornan tiempos difíciles para los pueblos. Y si eso es malo en el plano personal -como cuando viene una que se apropia de las ideas de otros solo porque tiene Pazos en medios poderosos- tantísimo peor, es cuando el desfasaje entre dicho, hecho, y pensamiento, transciende al plano de lo público, que es la política, es decir, lo de todos. Cristina Kirchner, la persona más amada por las mayorías populares, y la mas odiada por el poder real de la Argentina, propuso 4 ejes: renegociar la deuda con el FMI; Alianza entre lo público y lo privado; Reconstruir el pacto de Convivencia Democrática; Limpiar la corrupción del Poder Judicial y reformular el sistema de justicia. Asistimos al maravilloso diálogo entre ella y el pueblo en la plaza colmada por quienes fuimos a escucharla porque ella “dice”, porque ella lo que dice “hace”, y en definitiva, ella “es”. Con grandes aciertos, y con sus errores, estuvimos ante una persona que habla de frente y soporta por ello la brutal embestida de una derecha despiadada que se reivindica como tal, y que, como no dudó en épocas dictatoriales, y no dudó cuando alentó a los desgraciados que quisieron asesinarla, tampoco dudará a la hora de apretar el gatillo sobre cualquier hijo, hija, o hije del pueblo que ose confrontarlos. Que los recursos estratégicos hoy se denominen litio y agua, como antes fueron petróleo o trigo, es indistinto. La verdad es que quieren lo que vale para ellos, y que lo quieren todo. La Corte y los medios masivos de comunicación se han erigido en brazos ejecutores del poder de facto gobernante. La Democracia está jaqueada a 40 años del fin de la sangrienta dictadura, y los poderes de antaño, renovados, hoy bailan la danza macabra de la revancha. Que Cristina haya declarado su pertenencia al pueblo, para dejar ratificada la posición que signó su vida y la de Néstor, que ellos imprimieron a la década más feliz desde la recuperación de la Democracia, muestra lo delicado del momento: es hora de que las mayorías decidan tomar el bastón de mariscal y hacerse protagonistas de la historia, o por el contrario, que acepten someterse a vivir cien años de dolor y humillación. La condena contra Cristina, su proscripción, y la persecución contra ella y su flia, es por la promesa que se gestaba en esa década. Hoy corresponde “romperse lo que hay que romperse”, a las organizaciones políticas y sociales del campo popular, la dirigencia, los referentes populares, y a la militancia, para defender a Cristina, defender el legado de Néstor, y construir y organizar la fuerza popular para que las palabras que recuperaron Néstor y Cristina: MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA, Autoestima, Patria, Coraje, Futuro, no sean echadas de nuestra tierra. Cristina señala el camino. Solo el pueblo, Salvará al Pueblo.
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