"Es una casa que está llena de gritos, de horror, con paredes que pueden estar hablando. Tendría que ser un espacio para la memoria", aseguró en diálogo con Roberto Caballero y Marcos Cittadini por #La990.
Desde Rosario, Gabriela Durruti, abogada de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH): habla de las prisiones domiciliarias otorgadas a genocidas por la justicia de Santa Fe. En el caso de Lucio César Nast -integrante de la patota que operó, al mando del fallecido comandante de Gendarmería Agustín Feced, en el centro clandestino de detención que funcionó en el ex Servicio de Informaciones de la Jefatura de la Policía de Santa Fe en Rosario-. el pedido de domiciliaria fue aprobado aún sin que cumpliera con los requisitos establecidos para ello y "sin haber aplicado ni una pulsera para control electrónico".