El Gobierno Nacional fue duramente golpeado en las PASO, y es más que pato rengo; pero como es expresión de un sector poderoso dentro del bloque dominante, con apoyos internacionales fuertes como el de Trump, busca revertir el resultado y mantener las riendas del estado.
Hay internas claras entre quienes quieren embarrar la cancha y quienes ya preparan sus valijas. Macri en modo candidato insiste en “Sí se puede”. Cornejo en Mendoza es el principal abanderado en despegarse de Macri. La nación y la provincia gastan millones de pesos en propaganda institucional que encubre cuasi delictivamente la utilización de fondos públicos para la campaña electoral oficialista.
Quieren hablar poco de economía y política, vuelven a poner en el centro la campaña de valores, honestidad y transparencia. Pero cuando todo se derrumba en la economía y en la confianza política, hasta la supuesta honestidad les falla.
Veamos la economía: Inflación de agosto, IPC mayorista 11%, presupuesto dibujado e irrealizable, crisis de deuda, desocupación altísima, se rompió el congelamiento de las naftas, mercados paralelos del dólar (a futuro y contado con liqui). Previo a las PASO el panorama era desesperante. Las tasas laborales del Gran Mendoza proyectadas a toda la provincia significan 75.000 desocupados y 120.000 desocupados demandantes. La presión sobre el mercado laboral es del orden del 46/47%. Todos los días baja el salario.
Situación de incertidumbre en la economía. Que no podrá salvarse con las expectativas de un milagro económico basadas en Vaca Muerta (que comparten oficialismo y oficialización).
Veamos la política: el Gobierno sufrió un duro golpe al verse obligados a sancionar la prórroga de la emergencia alimentaria impulsada por la lucha de las organizaciones sociales y populares. También está el tema de Chubut, emergente de una situación grave y terminal en todo el país. Porque hablamos de la deuda del Tesoro y del BCRA, pero no es menos cierto la fragilidad de las provincias, también endeudadas.
Y finalmente, los valores que reivindica el Gobierno, son dudosos, y Comodoro Pi comenzó a moverse junto con los aires de cambio del gobierno.
Se amontonan los casos: Correo, soterramiento del Sarmiento, manejo de la deuda con el FMI, ventas de dólares a futuro, la asociación Dalesio/Santoro/Stornelli, la dilapidación de reservas del BC, el golpe devaluatorio del 12 agosto. Y en ese contexto Vila suelta una bomba denunciando al propio Macri y Aguad.
Llegamos entonces a las elecciones en medio de una situación delicada, nacional e internacional.
El dilema planteado a los movimientos sociales y populares “calle o elecciones”. Deben afrontar y ganar las elecciones y mantener su lucha en las calles sin caer en provocaciones.