Comentario de Cintia Mignone sobre Satán de los esteros, libro de Leonardo Gentile que narra un crimen ritual ocurrido en Corrientes en 2006. La investigación en torno a él y sus derivaciones políticas. La intimidad de una hermandad satanista. Una red sostenida por el narcotráfico, la pedofilia, el poder político y judicial. La garra del feudalismo provinciano que atrapa a un niño pobre.
hace 7 meses, 3 semanas por leogentile - 17 reproducciones
Entrevista en "Operación masacre" sobre el libro que acaba de publicar Editorial Sudamericana. La crónica de un crimen ritual ocurrido en Mercedes, Corrientes, en el año 2006. La actividad de una hermandad satanista. Una red sostenida por el narcotráfico, la pedofilia, el poder político y judicial. La garra del feudalismo provinciano que atrapa a un niño pobre. Con la participación de Liliana Quiroga.
hace 9 meses, 1 semana por leogentile - 16 reproducciones
El escritor Fernando Stefanich habla de Barrio Chino, su última novela...
hace 5 años, 6 meses por Pia_Stefanich - 74 reproducciones
Responde sobre El Héroe Reticente y explica algunas cuestiones
hace 1 año, 9 meses por arqbaro - 65 reproducciones
Con especial recomendación de "La Dalia Negra" de James Ellroy, recientemente reeditado.
hace 7 años por lolangarros - 64 reproducciones
"En este décimo cuarto programa y vamos a continuar por el territorio que habíamos comenzado a recorrer en el duodécimo capítulo. Volvemos a Francia y, si en el programa precedente habíamos hablado del policial francés clásico, en éste vamos a hablar de la ruptura de la tradición y algunos autores que renovaron el género y formaron la corriente conocida como Neopolar. Hay un punto crucial en la historia de Francia de la segunda mitad del Siglo XX que tiene mucho que ver con el nacimiento de esta corriente literaria. Es el célebre Mayo francés. Aunque en la actualidad se intenta difundir una versión descafeinada y pasteurizada de ese acontecimiento, una especie de performance conjunta entre hippies y estudiantes proclamando la imaginación al poder en la Cinemateca Francesa, se trata de un fenómeno complejo y contradictorio con múltiples matices, donde a las protestas callejeras se le sumaron las consecuencias del derrumbe del sistema colonial francés y particularmente de la liberación de Argelia. Volviendo a la novela negra, los escritores de los que vamos a hablar hoy, tuvieron participación activa en esa rebelión y esa experiencia atraviesa su literatura: Jean Patrick Manchette, Didier Daennickx yJean-François Vilar." Gabriel Marcelo Wainstein
hace 5 años, 3 meses por gabwain - 49 reproducciones
En el programa Terminal Nocturna, Daniela Salinas entrevisto a Nicolas Ferraro autor de la novela negra Dogo, disfruta la charla completa aquí.
Terminal Nocturna, martes de 20 a 22 hs por www.radiotrendtopic.com.ar
hace 6 años, 8 meses por TerminalNocturna - 63 reproducciones
La novela negra tomada para la pantalla grande.
El cine venezolano, en su 126 aniversario, contará con la adaptación de la novela del momento El suicida y el teomesaismo, que fue presentada en el auditorio del Colegio de Ingenieros el 13 de abril de 2023, en solemne acto que contó con el apoyo de:
La (ANAC) Asociación Nacional de Autores Cinematográficos, con la presencia de su presidente y cineasta, escritor y guionista Edgard Narváez, quién dio unas palabras con sus miembros como la reconocida escritora y guionista, docente, académica de importante trayectoria, la Lic. Valentina Saa Carbonell y el cineasta Lic. Rafael Straga.
Por del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional, representada en ese acto por la Lic. Griselda Rada Solórzano, historiadora y curadora de las exposiciones del instituto.
Por el Sindicato de Radio, Cine y TV., su secretario general, Domingo Rendón, y de la junta directiva; José Luis Solórzano, Julio Miquilena, Soraya Sanz, y el periodista José Hurtado.
Alejandro Silva, presidente de Radio Mundial
Por el CNAC, estuvo la Lic. Evelyn Márquez, en representación del cineasta Carlos Azpurua, presidente.
Por la Galería de escritores del CICPC, el Com. Gral. Carlos Sifontes.
Y cerró el evento el cantante más joven del mundo, el tenor lírico Enz Di Stefano, quien deleitó con tres clásicos del bel canto, quien recibió ovaciones por un público sorprendido por sus dotes.
Inauguración del Cine - Foro en los espacios de la Biblioteca Nacional el 2 de mayo de 2023.
Inauguración del “Cantón de literatura policial de Venezuela”, en los espacios de la Biblioteca Nacional en fecha 18 de mayo de 2023, en el 2.º encuentro de cooperación literaria de la Biblioteca Nacional y el CICPC.
hace 11 meses, 1 semana por achicotte - 6 reproducciones
Acuse de recibo del periodista Reinaldo Sietecase del libro "Una cabecita que rebota" de Laura Santos
hace 1 año, 9 meses por danieljayo.dj - 20 reproducciones
"Por la condición realista del género, cuando un extranjero escribe sobre un país que no es el propio, muchas veces corre el riesgo de cometer errores groseros y hasta caer en el disparate. La novela negra requiere una fuerte dosis de verosimilitud en cuanto a los ámbitos, lenguaje, hábitos y cuestiones idiosincráticas que hacen a su naturaleza. Cuando Hammett inventó la inexistente Poisonville, en Cosecha Roja, proyectó en ella lugares reales que conoció y les otorgó sus características, de manera que, con palabras, edificó una ciudad creíble, sólida. Un caso interesante es el del británico James Hadley Chase que, sin haber vivido en los Estados Unidos, escribió numerosos policiales ambientados en ese país, con la ayuda de mapas, diccionarios, películas y obras literarias de otros autores, en especial policiales. Claro que su rigor al basarse en otros escritores fue tal, que le valió, en 1943, un juicio por plagio por parte de Raymond Chandler, que el autor de "El largo adiós" ganó. En el otro extremo puedo mencionar a su compatriota Phillip Kerr, que ubicó en la Argentina "Una llama misteriosa", la quinta entrega del ciclo de Bernie Gunther, donde hace un retrato de la época del primer peronismo que es un verdadero mamarracho, no puedo usar otro término para calificarlo. Claro que Kerr en una nota al final de su novela menciona como fuente documental un único libro del periodista Uki Goñi, "La auténtica Odessa". Les comento esto, porque en este capítulo voy a compartir con ustedes mis lecturas de un escritor francés que no escribe sobre su tierra, sino que ubica sus historias en lugares muy lejanos a ella: Nueva Zelanda, Sudáfrica, Argentina y Chile. En el capítulo 9 de este programa hice una breve mención de Zulú, una novela ambientada en ese Sudáfrica que me había gustado mucho. Por una cuestión de honestidad intelectual me preguntaba si un sudafricano vería un fiel retrato de su tierra o le pasaría lo mismo que a mí me sucedió con el engendro de Philip Kerr. Una salvedad, para escribir Zulú este escritor vivió un año en Sudáfrica, como antes lo hizo en Nueva Zelanda y luego en Buenos Aires y Santiago de Chile. Recientemente tuve la oportunidad de leer "Mapuche", su libro ambientado en la Argentina, y pude corroborar que este autor sabe de lo que escribe. La novela evidencia su conocimiento de nuestro país y una mirada aguda sobre sus problemáticas. Buscando con lupa, se pueden descubrir inexactitudes menores, pero Caryl Ferey, que de él trata este capítulo, construye una Argentina literaria muy interesante y por momentos sorprendente." Gabriel Marcelo Wainstein
hace 4 años, 7 meses por gabwain - 18 reproducciones
"Siempre decimos que la literatura policial realista nació en los Estados Unidos pero que luego se expandió por todo el mundo. Sin embargo, en el capítulo de hoy, nos quedamos cerca del origen, ya que vamos a hablar de dos escritores norteamericanos. Los elegí pensando que se trata de dos autores muy interesantes y disímiles que tienen en común el hecho de ser excelentes escritores y que están un tanto olvidados. Sus obras no son de las más difundidas en la actualidad ni son demasiado mencionadas por los lectores. Supongo que al escuchar esto pensarán que se trata de escritores del pasado lejano, pero no es así. Ambos publicaron sus últimas obras hace alrededor de una década e iniciaron sus carreras literarias entre 1969 y 1970. No sé por qué asocié a estos dos autores en este capítulo, tal vez por esa coincidencia temporal, o tal vez porque sus novelas no transcurren en grandes ciudades, pero mientras revisaba sus datos biográficos descubrí con sorpresa que murieron casi al mismo tiempo, en el año 2008, uno el 17 de setiembre y otro el 26 de octubre. Pero bueno, es hora de revelar de quiénes se trata: hoy les voy a contar acerca de Tony Hillerman y James Crumley" Gabriel M. Wainstein
hace 5 años, 4 meses por gabwain - 16 reproducciones
"Las relaciones entre política y novela negra han sido, a lo largo de la historia del género, intensas e interesantes. En general, se trata de un vínculo mayormente unidireccional, ya que una buena parte de los escritores del género expresan sus opiniones acerca de la sociedad en la que viven en sus obras literarias. De manera casi inevitable, las historias expresan una mirada sobre el ser humano y el mundo en que habita y, aunque no siempre se explicite, lo político, la relación entre el individuo y la sociedad, tiene alguna presencia, explicita o implícita, en los libros. La violencia, eje escencial del género, puede ser entendida como un fenómeno individual o como una expresión del estado de las cosas en la sociedad, y cuando se da esta última opción, de una u otra manera, la política está presente. Lo que no se da muy frecuentemente es que la política muestre interés en la novela negra, aunque en sus peores expresiones tiene fuertes puntos de contacto con el mundo delictivo, no con el literario. El conocimiento del género por parte del lector, permite muchas veces descifrar el accionar de algunos políticos, en especial los que responden a los intereses del poder económico. En lo personal, así como el amor por la literatura está presente desde la infancia, la pasión por la política signó mi existencia como una herencia de la cultura familiar. Siempre con la concepción de que, así como puede estar al servicio de los poderosos, la política puede ser una herramienta para reparar injusticias y mejorar la vida de los más postergados. Les cuento esto porque el escritor del que voy a contarles hoy, es un hombre que ha tenido un destacadísimo accionar en la vida pública de su país. Cuando yo era muy joven, alrededor de 20 años, y en la Argentina imperaba una dictadura genocida, nos llegaba un aire de libertad desde Centroamérica. Allí, un pueblo enfrentaba a una tiranía que llevaba décadas y que tenía similitudes con la que asolaba a la Argentina. Era la Revolución Sandinista, que derrocó al régimen de la familia Somoza, que hacía más de 40 años que saqueaba a Nicaragua y regaba su suelo de sangre. Un grupo de jóvenes, entre los que había algunos narradores y poetas, había formado el Frente Sandinista de Liberación Nacional y su ejemplo alentaba los sueños de los que peleábamos contra la Dictadura Militar Argentina. Hago esta mención porque, el escritor del cual les voy a contar en este capítulo, fue uno de los participantes de esa gesta revolucionaria. Se trata de Sergio Ramírez, que llegó a ser en esos años vicepresidente de Nicaragua, y que en la actualidad es escritor a tiempo completo y es autor de dos novelas policiales más que interesantes: "El cielo llora por mí" y "Ya nadie llora por mí"." Gabriel Marcelo Wainstein
hace 4 años, 10 meses por gabwain - 33 reproducciones
El teatro es una ceremonia primitiva
hace 7 años, 9 meses por JuanUX - 21 reproducciones
"En el capítulo anterior comenzamos un recorrido por algunos títulos de mi biblioteca. Novelas muy interesantes escritas por autores que no han producido una obra muy vasta, sino que, por diversas razones, han publicado a lo largo de su vida apenas uno o unos pocos títulos. En algunos casos esto sucedió por decisiones personales, en otros, porque no tuvieron la suerte de que la industria editorial los incluyera en sus planes. Textos que leí hace muchos años, en algunos casos décadas, de los que guardaba en mi memoria no más que algunas sensaciones pero que me sorprendieron gratamente a la hora de releerlos. Supongo en parte se debe a las características particulares de mi memoria y también a mi propia evolución como lector. Las distintas circunstancias de la vida van modificando nuestra manera de ver el mundo pero además, el hecho mismo de hacer este programa cambia mi relación con la lectura. Para el programa de hoy, elegí dos libros muy diferentes entre sí, escritos en diferentes épocas y que recorren territorios distintos dentro del universo de la novela negra. Hoy les voy a contar acerca de un clásico bastante olvidado, “Son ladrones como nosotros” de Edward Anderson y de una buena novela de la década del 80, que pasó, al menos en el mundo de habla castellana, bastante desapercibida: “Incendio en el callejón” de John Douglas." Gabriel M. Wainstein
hace 5 años, 9 meses por gabwain - 65 reproducciones
María Inés Krimer charló con Cecilia Szperling sobre su nueva obra, "Cupo". Esta novela negra continúa las andanzas de la abrumadora Marcia Meyer, protagonista de su novela anterior, "Noxa", una filosa periodista que está trabajando en la sección de prensa de un sindicato luego de volver a Buenos Aires, tras resolver un crimen vinculado a las grandes empresas de agrotóxicos en su pueblo natal.
Las luchas de las mujeres en los sindicatos, el empoderamiento y la marea feminista tiñen de verde (y negro) esta novela policial.
Escuchá la entrevista completa en Confesionario Radio, por Radio UBA 87.9.
hace 4 años, 9 meses por ignatiusm - 76 reproducciones
"Hay algo que tenemos en común los lectores de novela negra con los apostadores de las carreras de caballos. Desde ya aclaro que no voy a hablarles de Dick Francis, el escritor que ubicaba sus historias de suspenso en el mundo del turf, sino de una situación un poco más abstracta. Porque eso que tenemos en común, es la búsqueda del dato. Aunque nunca estuve presente en una competencia hípica -tengo un desinterés absoluto por el mundo del juego, no me interesan los casinos, las máquinas tragamonedas, el poker y ni siquiera la lotería- sé que las personas que juegan a los caballos siempre andan a la caza de un dato, la fija, el nombre de un equino no muy conocido que seguramente será ganador de una carrera y que le dará al apostador importantes beneficios. De la misma manera, los lectores de novela negra siempre estamos buscando nuestro propio dato, el nombre de un autor o el título de un gran libro que desconocemos y que pueda ser fuente de satisfactorias horas de lectura. Me consta, por los mensajes que recibo en las páginas de Facebook y YouTube del programa, que muchas y muchos de ustedes encuentran esa fuente de información en "El dulce veneno de la novela negra" y esa situación me complace de sobremanera. Pero yo mismo estoy todo el tiempo a la caza de algún dato literario, a la manera de un burrero desesperado, no sólo por mi avidez por la lectura sino también por mi compromiso con ustedes, queridas y queridos oyentes. Les comento esto porque estoy terminado la lectura de la obra de una muy buena novelista cuya existencia desconocía hasta hace muy poco, pero que fue elogiada en las redes por un escritor que admiro, Guillermo Orsi. Su breve comentario despertó mi curiosidad, comencé a leer uno de los libros de esa escritora y me gustó mucho. Continué con otra de sus novelas, la primera de una serie, y me apasionó, por lo que seguí adelante con la lectura y ahora comparto con ustedes este dato, esta fija (espero que se escuche con claridad el entrecomillado) acerca de esa gran autora española que se llama Rosa Ribas." Gabriel Marcelo Wainstein
hace 4 años, 3 meses por gabwain - 62 reproducciones
"Uno de los placeres de la lectura es el encuentro con la obra de un autor que hasta ese momento nos era desconocido. Cuando ese autor resulta talentoso es motivo de satisfacción. Más alegría aún cuando ese autor está por encima de la media. Y si el que escribe es un compatriota y a medida que te vas adentrando en sus páginas te encontrás con personajes que hablan tu propio lenguaje, se mueven por los barrios de tu ciudad, recorren calles que te son familiares, toman los mismos colectivos en los que vos viajaste alguna vez y hasta se sientan en los mismos bares en los que dejaste pasar las horas, la lectura es una forma peculiar de felicidad. Sentís que ese diálogo que se establece entre el escritor y el lector es una charla de amigos. Pero cuando además en las páginas del libro encontrás en sus personajes a tus propios amigos la experiencia es memorable. Es, de alguna manera la sensación de estar compartiendo un fragmento de tu propia vida, sentís que podrías haber estado ahí o, a lo sumo, a la vuelta de la esquina. Si además el autor escribe muy bien y cuenta historias apasionantes, de esas que hacen que no se pueda dejar de leer sin un esfuerzo conciente –tengo que ir a trabajar o tengo que preparar la cena para mi familia– la experiencia literaria es un placer absoluto. Y eso es lo que hoy voy a compartir con ustedes, mis queridos oyentes. El muy afortunado encuentro con la llamada Tetralogía del Británico de Martín Malharro." Gabriel M. Wainstein.
hace 5 años, 5 meses por gabwain - 11 reproducciones
Una llamada extorsiva. Cartas incriminadoras.
http://www.mardulceeditora.com.ar/ampliar_prensa.php?id=8
hace 8 años, 7 meses por JuanUX - 66 reproducciones
Un recorrido por la obra del escritor panameño Osvaldo Reyes.
Aunque se podría decir que la novela negra es una narrativa que gira en torno a situaciones de infortunio, fuera de la literatura, en la vida real, a veces, se dan circunstancias afortunadas. Casualidades, o no tanto, que enriquecen e iluminan la existencia de las personas. Conocer un género literario, la novela negra u otro cualquiera, siempre implica un trabajo de exploración. El encuentro con el libro se produce luego de recorrer librerías, conversar con amigos o recorrer la web. A veces tengo la sensación de que no es que busco los libros, sino que son los libros los me eligen para que los lea. Volviendo al principio, este capítulo 55 de “El dulce veneno de la novela negra” responde a un encuentro afortunado. Uno de los primeros y más entusiastas oyentes de este programa, se llama Osvaldo Reyes. Es panameño, médico obstetra y escritor de novela negra. Hace unos meses tuvo la enorme gentileza de enviarme sus libros. Los ubiqué en mi lista de lecturas, que siempre está condicionada por las necesidades del programa. Luego de terminar con Paco Ignacio Taibo II le tocó el turno a Reyes. Vale aclarar que nunca antes había leído novela negra centroamericana. Por otra parte, tengo que confesar que encaré sus libros con un cierto temor. Tengo mucho afecto y respeto por mis oyentes, y Osvaldo en particular, era uno de los más queridos. ¿Qué iba a hacer si sus libros no me gustaban? Lo que hago en situaciones semejantes es dar mi parecer de manera honesta, sin ensañarme cuando algo no me agrada. No me produce ningún regocijo dar una opinión negativa. Pero les estaba contando de un encuentro afortunado y de eso les voy a hablar, porque las novelas de Osvaldo Reyes superaron ampliamente mis expectativas previas. Es un excelente escritor y por eso, este capítulo 55 de “El dulce veneno de la novela negra” está dedicado al querido Osvaldo Reyes y a sus novelas, que he tenido la buena fortuna de leer. Gabriel M :Wainstein
hace 6 años por gabwain - 58 reproducciones
"Capítulo 67 de este programa radial, que tiene para mí un sabor muy especial, algo así como darme un gusto. Si bien “El dulce veneno” es siempre una manera de compartir con ustedes, queridos oyentes, el placer de mis lecturas, hay capítulos que me resultan especialmente gratos. Esto sucede especialmente cuando puedo contarles acerca de algunos de los autores que más valoro.
En la Argentina existen muchos novelistas dedicados a la literatura policial, por supuesto que con diversos resultados. Este capítulo de hoy está dedicado un escritor que, a mi criterio, está entre los mejores cultores del género en la Argentina, hasta me atrevería a decir que entre los cinco mejores. Un autor que, si bien ha ganado varios premios, nacionales e internacionales, no tiene el reconocimiento y la difusión en nuestro país que su obra merece. Un creador que construye historias apasionantes pero que a su vez tiene una mirada sobre la Argentina aguda e interesante, que evidencia un conocimiento profundo de sus lugares y su gente. Novela negra de la mejor, pero con sonoridades y ritmo de tango. Queridos oyentes, hoy voy a compartir con ustedes algunos libros del talentosísimo Guillermo Orsi." Gabriel M. Wainstein
hace 5 años, 7 meses por gabwain - 61 reproducciones
"“La vida te da sorpresas” decía una célebre canción de Rubén Blades y, felizmente, la literatura también lo hace. Digo felizmente porque, aunque no todo lo inesperado es agradable, la novela negra es tan generosa se siempre encuentra una manera de sorprendernos gratamente Una gran cantidad de artistas ponen sus mejores esfuerzos para producir obras de calidad. De esta manera los lectores encontramos todo el tiempo nuevos territorios literarios a explorar, recorrido gozoso si los hay.
Cada tanto aparece un escritor o una escritora que parece haber nacido para la novela negra. Sus obras alcanzan un nivel de brillantez que no dejan de asombrarnos. Cuando además logran crear obras perfectas en plena juventud, es mayor la alegría.
En todas las artes, en todos los tiempos han existido los genios precoces. Artistas que, en plena adolescencia o recién saliendo de ella alcanzan la madurez expresiva. Por citar sólo un ejemplo, es sabido que Orson Welles revolucionó el arte cinematografíco con su primer film, El Ciudadano, cuando apenas tenía 21 años. Es difícil explicarlos, es mejor disfrutarlos.
El escritor del que vamos a hablar hoy es, sin lugar a dudas, uno de esos jóvenes prodigio. Su vocación fue muy temprana, a los 16 años estaba definida. Cinco años más tarde, a la misma edad en que Welles realizaba su primera película, este joven publicó su primer libro, y es una novela negra perfecta. Pero no se quedó ahí, siguió escribiendo sin bajar la calidad. Este capítulo 60 de “El dulce veneno de la novela negra” está dedicado a Michael Korita y su personaje, Lincoln Perry." Gabriel M. Wainstein
hace 5 años, 11 meses por gabwain - 31 reproducciones
"Este capítulo de hoy es fruto de un empate... Mejor dicho, este capítulo de hoy es consecuencia de un desempate. Cabe aclarar que no hay nada deportivo o competitivo en este espacio radial literario, o si tal vez hay algo, no es para nada evidente. Cuando hablo de empate y desempate me refiero a mis propias valoraciones acerca de un autor en particular. Un novelista sobre el que existe un consenso muy positivo pero... Mejor voy a aclarar, porque así dicho parece un tanto confuso. Empiezo de nuevo.
En este capítulo 66 de “El dulce veneno de la novela negra” les voy a contar acerca de la obra de un escritor argentino que se difundió mucho en los últimos años. No ese trata de un autor joven, anda por los cincuenta y pico, apenas un par de años menor que quién les habla. Comenzó a escribir a los 45 años, pero desde entonces tiene una importante cosecha de premios. Y lo del empate tiene que ver con una valoración absolutamente personal ya que, hace un tiempo, leí sus dos primeros libros y me pasó algo no muy usual: uno me gustó muchísimo y el otro no me gustó nada. Para peor la novela que no me gustó era claramente un policial negro y la que me había entusiasmado tenía rasgos del género pero se podía encuadrar tal vez en la ciencia ficción. Desde hace varios meses me esperaba en mi casa otro de sus libros y no me decidía a leerlo pero, luego de terminar unas lecturas muy intensas, tenía la duda de con qué seguir y, recorriendo mi biblioteca, me volví a tropezar con ese volumen pendiente. Entonces me decidí a encararlo, con la sensación de desempate que mencionaba al principio. Era una novela corta, terminé de leerla en un día, pero a mitad del libro no me cabían dudas, estaba ante un excelente escritor. Dediqué todo el día siguiente, domingo, a leer otra de sus novelas, y hoy lunes estoy comenzando a escribir este capítulo con la alegría de que ese desempate se haya trasformado en goleada. El lenguaje deportivo es oportuno ya que Horacio Convertini, que de él se trata, es muy futbolero. También es un gran escritor que vale la pena leer y difundir. Por eso este capítulo 66 de “El dulce veneno de la novela negra” está dedicado a su obra." Gabriel M. Wainstein
hace 5 años, 7 meses por gabwain - 31 reproducciones
"Cada uno de estos programas tiene como punto de partida un interrogante: ¿Qué voy a compartir hoy con mis queridos oyentes? ¿Qué territorios de la novela negra transitaremos juntos? A veces, la respuesta surge de manera espontánea, otras, requiere cierta reflexión, explorar en los recuerdos, navegar por la web, o hacer un recorrido por los estantes de mi biblioteca. Esa última opción significa conectar con la memoria de lecturas, realizadas tal vez, hace lustros, que sin embargo dejaron huellas, a veces muy claras, y otras difusas, casi sensaciones. Justamente, de esa manera surgió este capítulo. Estaba hojeando un par de libros leídos hace muchos años, cuando me di cuenta de que la mayoría de los capítulos son sobre escritores que han desarrollado una obra cuantiosa. Pero también existen autores valiosos, no tan prolíficos que han creado obras únicas o casi únicas, que son interesantes por si mismas aunque no formen parte de un corpus mayor. En ocasiones se trata de libros excelentes, o muy buenos, aunque sus autores no volvieron a escribir, o no tuvieron la suerte de publicar, más allá de ese único texto. De esta manera me di cuenta que existía la posibilidad de hacer capítulos, sobre esas novelas singulares, muchas veces olvidadas, que sin lugar a duda vale la pena leer y compartir, pero que suelen tener muy poca difusión, quedan postergadas en la injusta neblina del olvido. Obviamente, la pérdida no es sólo para la memoria de esos libros y sus autores, sino para los lectores, que no tienen la oportunidad de conocerlas. Por eso, este capítulo 65 de “El dulce veneno de la novela negra” está dedicado a dos novelas de detectives, una excelente, “Agosto adverso”, de Daniel Hearn; la otra, muy buena, un ejercicio de estilo muy entretenido,“Tócala otra vez”, de Stephen Humphrey Bogart." Gabriel M.Wainstein
hace 5 años, 9 meses por gabwain - 39 reproducciones
Una escritora inglesa y una irlandesa. ¿Las conocés?
Explorar libros en busca de autores que uno aún no conoce es una labor que a veces puede ser frustrante y otras absolutamente gratificante. Se trata de leer sobre todo muchas primeras páginas tratando de intuir si vale la pena dedicarle el tiempo al volumen que tenemos entre las manos o descartarlo en la previsión de que no resultará satisfactorio. Enmi caso, encuetro criterios dejar de lado un libro. El modo de escribir, el planteo de la historia o de los personajes, o algunas razones que tienen que ver con preferencias personales. Si bien la novela negra es siempre una narrativa de la violencia, me provocan particular rechazo la truculencia gratuita, el despliegue morboso de sangre y vísceras y las narraciones sobre asesinos sicópatas. El disfrute literario es personalísimo y, sin descalificar a ningún escritor, esos elementos no entran dentro de mis elecciones como lector. A veces me cabe la duda. ¿No estaré descartando algo valioso? Puede pasar. En ocasiones vuelvo a revisar libros que en el pasado dejé de lado y, no muy frecuentemente, me encuentro con sorpresas. Esto en cuanto al descarte, pero también existe la otra cara de la moneda. A veces, se produce el milagro esperado. El encuentro con un texto me cautiva desde la primera página y no puedo abandonar. Momentos de felicidad que creo que tenemos en común la mayoría de los lectores. Hoy voy a compartir con ustedes, queridas y queridos oyentes, novelas de dos escritoras que me atraparon con sus primeras líneas aunque, en la lectura posterior, una superó mis expectativas y la otra, no tanto. Una es inglesa, la otra irlandesa. Les voy a contar de Susie Steiner y Ava McCarthy. Gabriel M. Wainstein.
hace 5 años, 4 meses por gabwain - 8 reproducciones
"Uno de los atractivos de la literatura policial contemporánea es su riqueza en cuanto a los orígenes geográficos. Los lectores tenemos la feliz posibilidad de tomar contacto con la obra de escritores que viven en las más diversas latitudes del mundo y, dado que hablamos de un género de naturaleza realista, en muchos casos, los textos suelen reflejar miradas agudas sobre las diversas idiosincracias de los lugares de los cuales provienen. En el caso de la literatura escrita en castellano, la experiencia es aún más interesante por la presencia del habla local, sin la intermediación de la traducción. Hago esta reflexión porque recientemente tuve la oportunidad de leer a un escritor que tiene un origen que, al menos para mi, fue sorprendente. Si bien en España se escribe y se publica muchísima novela negra, este autor proviene de un lugar del cual yo sabía muy poco antes de leerlo. Se trata de Gran Canaria, una de las islas que integran el archipiélago del mismo nombre, ubicada frente a las costas africanas de Marruecos y el Sahara Occidental. Cabe aclarar que no se trata del único autor de novela negra de este territorio insular. Para no extenderme más en esta introducción les cuento que los protagonistas de estos capítulos 76 y 77 de "El dulce veneno de la novela negra" son Alexis Ravelo, el ciclo sobre Eladio Monroy y otras tres novelas de este excelente escritor." Gabriel M.Wainstein
hace 5 años por gabwain - 42 reproducciones
Traductor argentino conversando en @580universidad sobre su libro “El Género negro en 5 autores Latinoamericanos” Radio Universidad AM580 de 19 a 22 hs con la conducción de Ricardo Césari/Verónica Fernández Vila y la producción de Cristian Pérez/Ariel Acuña
hace 5 años, 7 meses por perez.m.7 - 30 reproducciones
Marcos Caruso nos cuenta sobre S.A. Cosby, su forma cinematográfica de escribir en general; y en especial sobre "Maldito asfalto", el libro editado por Trini Vergara Ediciones através de Motus, sello especializado en thrillers y novela negra.
hace 1 año, 7 meses por betina64 - 7 reproducciones
En mis exploraciones por los territorios literario - geográficos que abarca la literatura policial, hace rato que intento conocer la novela negra irlandesa, pero hasta hace muy poco mis esfuerzos no fueron fructíferos. Si bien hay un enorme cultor del género de ese origen, el gran John Connolly, me cuesta definir lo suyo como policial irlandés porque, aunque este novelista pone de relieve sus raíces culturales asentadas en las tradiciones de la verde Erín, sus narraciones transcurren en los Estados Unidos. En varias ocasiones, Connolly aclaró que prefiere no abordar en su obra temáticas relacionadas con la realidad de su país natal. Más allá de Connolly, cada tanto me tropiezo con alguna novela policial de un autor de ese origen y me ilusiono. ¿Será éste el gran escritor irlandés del género?, me pregunto. Sistemáticamente me he visto decepcionado, pero no abandono la idea de de que un país que tiene una realidad y una historia tan rica y compleja, con expresiones culturales más que interesantes en otros campos, también tiene que tener algún escritor de literatura policial realista interesante. Recientemente, estaba planificando los próximos programas cuando pasó por mi cabeza un recuerdo difuso acerca de un libro que leí hace varios años y que, en su momento me había agradado. Al releerlo descubrí dos cosas: la primera, que me había gustado porque era una novela original e interesante; la segunda: el autor era irlandés. Me propuse entonces conseguir más libros de este escritor para dedicarle un programa y tuve la fortuna de encontrarme con una voz diferente dentro del universo de la literatura policial. Entonces, este programa de hoy está dedicado a Ken Bruen y sus novelas Maderos, La matanza de los gitanos, El dramaturgo, El gran arresto, El Alien y London Boulevard. Gabriel Marcelo Wainstein
hace 4 años, 5 meses por gabwain - 22 reproducciones
"De alguna manera muy especial, los que amamos de novela negra somos personas muy afortunadas. Hay centenares o miles de escritores en el mundo que dedican sus mejores esfuerzos para entregarnos obras apasionantes que enriquecen nuestro tiempo de lectura, o sea que trabajan para hacer mejor nuestra vida. Al decir de Borges: "La lectura debe ser una de las formas de la felicidad, de modo que yo aconsejaría a esos posibles lectores de mi testamento —que no pienso escribir—, yo les aconsejaría que leyeran mucho, que no se dejaran asustar por la reputación de los autores, que sigan buscando una felicidad personal, un goce personal. Es el único modo de leer.” De ese goce personal se trata, pero éste se acrecienta cuando tenemos oportunidad de encontrarnos con las obras de un autor talentoso, que además es de nuestro país, que se mantiene en actividad y que continúa trabajando para sorprendernos con nuevos libros. Esta reflexión viene a cuento porque este capítulo de "El dulce veneno de la novela negra" está dedicado a un escritor sobre el que ya les conté en un programa realizado hace dos años. Desde entonces, tuve oportunidad de leer una nueva novela suya y un libro anterior a los dos que había compartido con ustedes. Por eso, queridas y queridos oyentes, este capítulo 94 de "El dulce veneno de la novela negra" es continuación del capítulo 43, y está dedicado a Eduardo Goldman y sus libros "Como pero que aúlla en la oscuridad" y "El último chiste del gran Jacobi"." Gabriel Marcelo Wainstein
hace 4 años, 4 meses por gabwain - 40 reproducciones
"Voy a empezar este capítulo con un recuerdo. Hace unos cuantos años, calculo que alrededor de 1984, una noche, en una mesa en el bar La Paz, en el centro de Buenos Aires, estábamos hablando acerca de los libros que estábamos leyendo. Eran los tiempos en que estábamos descubriendo juntos las maravillas de la literatura policial. Me acuerdo, y me quedó grabado en la memoria que, un querido amigo, Bube Medina, no recomendó una novela que acababa de leer. Nos dijo que había conseguido en una librería cercana, en una mesa de ofertas, un libro de un escritor español que le había gustado muchísimo. ¡No se lo pueden perder!, insistió. Hasta ese momento no sabíamos que existía la novela negra española. Esa misma noche me acerqué a una librería y busqué entre los títulos al elogiado escritor. Efectivamente, había una novela policial española. La leí y me gustó, era algo distinto y muy entretenido. Cuando unos días después se lo comenté a Bube, me aclaró que ese no era el autor del cual nos había contado. Aclarada la confusión, salí a buscar la novela que mi amigo recomendaba y la encontré. La lectura tuvo algo de revelación. El escritor, sin lugar a dudas, innovaba en el género, aunque desde un profundo conocimiento de sus tradiciones. Planteaba unos personajes poco comunes y un escenario original, absolutamente alejado de la tradición norteamericana. El autor era catalán, y Barcelona vivía en sus páginas. Al punto que, cuando muchos años después tuve la oportunidad de visitar esa ciudad, sentía que ya la conocía, que ya había transitado esas calles a través de las palabras. Supongo que muchos oyentes, me atrevería a decir que la mayoría, ya sabrán quién es el autor que vamos a compartir en este capítulo 63 de “El dulce veneno de la novela negra”. Hoy les voy a contar acerca del gran Manuel Vázquez Montalbán, el detective Pepe Carvalho y su mundo." Gabriel M. Wainstein
hace 5 años, 9 meses por gabwain - 51 reproducciones
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