Se trata de una sandía de madera que le había regalado su abuela. Cristina Castro, su mamá, nos contó cómo fue el operativo de rastrillaje en el que el perro adiestrado por Marcos Herrera, señaló reiteradamente algo entre la basura, y ella reconoció el objeto como perteneciente a su hijo, dentro de una bolsa de nylon.
El 31 de enero de 2009 Luciano desapareció. Permaneció en ese estado tan perturbador hasta el 17 de octubre de 2016, cuando la lucha familiar lo encontró enterrado como NN en el Cementerio de Chacarita. Vanesa, siempre clara e interpeladora a pesar de su dolor, repasó en esta charla con Fernando Tebele y Pedro Ramírez Otero los años de impunidad "que nos deterioran fisíca y psíquicamente". Un diálogo intenso y a la vez, quizás, algo reparador: ante tamaña impunidad, poner en palabras la denuncia aporta el primer impulso de un posible cambio.